Técnicas para controlar plagas y enfermedades de manera natural sin usar pesticidas.
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La agricultura es una actividad que ha sido fundamental para la subsistencia de la humanidad desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, uno de los mayores desafíos que enfrentan los agricultores en todo el mundo es el control de plagas y enfermedades que pueden afectar gravemente sus cultivos. A menudo, los pesticidas son la solución más comúnmente utilizada para el control de plagas y enfermedades, pero estos productos químicos pueden ser tóxicos y causar daño a los seres humanos, los animales y el medio ambiente. Por lo tanto, en este artículo discutiremos algunas técnicas para controlar plagas y enfermedades de manera natural en la agricultura.
1. Rotación de cultivos
Esta es una técnica que consiste en cambiar los cultivos en diferentes áreas de la tierra para evitar la acumulación de plagas y enfermedades en un solo lugar. La rotación de cultivos puede prevenir la propagación de enfermedades y plagas, ya que las plagas y enfermedades específicas a un cultivo en particular pueden ser eliminadas del suelo durante una temporada de cultivo.
La rotación de cultivos se basa en la idea de que las plagas y las enfermedades son específicas de un cultivo determinado y no pueden sobrevivir en otros tipos de plantas. La rotación de cultivos también puede mejorar la fertilidad del suelo, ya que las diferentes plantas tienen diferentes requerimientos nutricionales, lo que ayuda a mantener un equilibrio adecuado de nutrientes en el suelo. Además, la rotación de cultivos puede ayudar a los agricultores a diversificar sus productos y reducir el riesgo de pérdidas económicas causadas por la dependencia de un solo cultivo.
2. Utilización de insectos beneficiosos
La introducción de insectos beneficiosos en el ecosistema agrícola puede ayudar a controlar las plagas y enfermedades de manera natural. Los insectos beneficiosos, como las mariquitas, las abejas y las avispas parásitas, se alimentan de las plagas que atacan a los cultivos y ayudan a controlar su población de manera natural.
La introducción de insectos beneficiosos en un cultivo es una técnica de control biológico que ha ganado popularidad en la agricultura orgánica. Estos insectos pueden ser comprados en tiendas especializadas y liberados en el campo para controlar las plagas. La introducción de insectos beneficiosos puede ser una alternativa más segura y efectiva que los pesticidas químicos.

3. Uso de plantas repelentes
Algunas plantas pueden repeler naturalmente ciertas plagas y enfermedades. Por ejemplo, la menta es conocida por repeler a las hormigas, mientras que el ajo y la cebolla son conocidos por repeler a las moscas blancas. A esta lista de plantas, también podemos incluir a la caléndula, que se encargará de atraer a los pulgones y, al romero y tomillo que actúan como repelentes de algunas plagas como puede ser la mosca de la zanahoria. Por otra parte, el romero y el tomillo nos brinda de un aroma muy agradable tanto para nosotros como para las abejas, ayudando así a la polinización.

4. Utilización de compuestos orgánicos
La utilización de ciertos compuestos orgánicos, como el aceite de neem, puede ser efectiva para controlar plagas y enfermedades. El aceite de neem se extrae de las semillas del árbol de neem y es un insecticida natural que no es tóxico para los seres humanos ni para el medio ambiente, por tanto es aceptado en la agricultura ecológica. El modo de empleo del aceite neem consiste en mezclar de 3 a 5 ml de neem por cada litro de agua, más unos 5 ml de jabón potásico. En el caso de los hongos, se añadirá a la mezcla anterior, unos 2 gramos de bicarbonato potásico/litro de agua. Una vez terminada la mezcla, se aplicará a las plantas perjudicadas con un pulverizador. Este remedio se utiliza para el pulgón, la cochinillas, los ácaros, gorgojos o ciertos tipos de orugas también para combatir algunos hongos como el oidio o la roya.
5. Mejora de la salud del suelo
La salud del suelo puede influir en la capacidad de los cultivos para resistir las plagas y enfermedades. Los suelos sanos contienen microorganismos que pueden prevenir el crecimiento de ciertos patógenos que causan enfermedades. La adición de materia orgánica al suelo y la rotación de cultivos también pueden mejorar la salud del suelo.

6. Prácticas culturales adecuadas
Las prácticas culturales adecuadas también pueden ayudar a prevenir las plagas y enfermedades en los cultivos. Algunas prácticas culturales que pueden ayudar a reducir el riesgo de plagas y enfermedades incluyen la eliminación de plantas infectadas, la eliminación de maleza y la limpieza y desinfección de equipos y herramientas agrícolas.
La eliminación de plantas infectadas es importante para prevenir la propagación de enfermedades en los cultivos. Si se detecta una planta infectada, es importante retirarla del campo y deshacerse de ella adecuadamente. La eliminación de maleza es importante porque las malezas pueden albergar plagas y enfermedades que luego pueden propagarse a los cultivos.
La limpieza y desinfección de equipos y herramientas agrícolas es importante para prevenir la propagación de enfermedades y plagas en el campo. Los equipos y herramientas agrícolas pueden transportar plagas y enfermedades de un campo a otro, por lo que es importante limpiar y desinfectarlos regularmente.